¿Escuchaste hablar de la Cata Nacional de Tomates? En esta nota te queremos compartir una entrevista realizada a uno de sus participantes. Se trata de Alfredo Dolce, quien, junto a su equipo, lleva adelante El Mecenas, una chacra natural experimental demostrativa, situada en el departamento de Paysandú. Es en este departamento, uno de los más “italianos” en nuestro territorio, que se llevó a cabo este particular encuentro, entre el 28 y el 29 de enero. ¿Querés saber más? ¡Acompañanos leyendo la nota!
Este año se realizó la segunda edición de la Cata Nacional de Tomates. Para los que escuchan por primera vez sobre este evento, ¿podés contarnos de qué se trata?
“Es una fiesta que nace en Paysandú, de la mano de Alberto Castañero y otros compañeros de la red de agroecología. Alberto había conseguido muchas semillas de tomates antiguos a través de una actividad personal que él tenía, un hobby, y surgió la idea de hacer una especie de mesa en la cual se pudiera catar o conocer las distintas variedades de tomates que existen, más allá de las tres o cuatro que conocemos por la comercialización.
No solo son rojos
La idea era mostrarle a la gente que existen tomates rojos, amarillos, marrones, negros, con rallas, de todo. Esta idea fue presentada al bureau de Paysandú, una especie de asociación entre públicos y privados (la Intendencia, centro comercial, empresas) y así se da la primera Cata Nacional de Tomates. Allí nos presentamos diferentes productores agroecológicos en el Espacio Feria de Paysandú y el evento es el primer evento de afluencia masiva de público en medio de la pandemia en Paysandú. Un boom“.
¿Qué actividades se realizaron?
“Vinieron cocineros de todo el país a mostrar las diferentes cosas que se pueden hacer con tomates (no solamente ensaladas, o salsas). Otra actividad que se realizó este año (en la primera edición no se hizo) fue un torneo de ajedrez (la idea de que el tomate pega con todo). El año pasado hubo danza. También hubo demostraciones de recetas y charlas muy interesantes. Participó de esas charlas una bióloga mexicana que tenemos el gusto de que trabaje con nosotros en El Mecenas. La red de agroecología también estuvo presente con charlas sobre comercialización y producción orgánica.
Una celebración multidisciplinaria
Además tuvimos stands para diferentes emprendendores (tuvieran o no tuvieran que ver con la producción orgánica de tomates). Se realizó una Ruta del Tomate en la que ocho restaurantes de Paysandú presentaron propuestas culinarias con el tomate como protagonista. Se trató de ser lo más abarcativos posible para que quien tuviera una propuesta pudiera participar y verse así favorecido por la organización de la Cata”.
¿Qué tipo de público participó?
“Fue una actividad abierta a todo público. Se hizo en un espacio muy cercano a Paysandú que la gente conoce y frecuenta (la Exposición Feria). Un lugar accesible, con buen estacionamiento, con grandes espacios para cumplir con todos los protocolos. Se hizo con entrada gratuita, porque la idea era incluir a todos, de todos los estratos sociales, gente de ciudad, gente de campo. En la primera edición hubo más de 10.000 personas participando de las diferentes actividades. La segunda edición también despertó el interés de miles de personas”.
¿Cuál fue la contribución de “El Mecenas” al desarrollo de la Cata y cómo lo viviste personalmente?
“Tuvimos la suerte de que uno de los compañeros de la red de agroecología, de viaje por España, pudiera visitar la Fiesta del Tomate de Cantabria. Allí había una experiencia con la utilización de bins (una especie de contenedores aptos para el cultivo y el transporte de productos agroecológicos). Se utilizaban para exponer las plantas de tomate. La idea se trajo para acá. Queríamos convertirlas en “macetas” de grandes dimensiones para albergar los tomates y que estos pudieran crecer en buenas condiciones. Buscamos cómo hacerlo en Paysandú: se nos ocurrió tenerlas todas juntas, en el mismo lugar (son difíciles de trasladar, bastante pesadas).
El labor de Jatziry
Jatziry, la bióloga que tenemos en El Mecenas, siguió y supervisó muy de cerca este proceso. Llegamos justo con los tiempos, todo salió bien, y los bins se pusieron a la vista, en frente de los puestos de los productores orgánicos, para que la gente pudiera ver y apreciar las diferentes plantas y etapas de crecimiento de los tomates. Fue una linda experiencia, sobre todo por el esfuerzo que supuso hacer todo a contrarreloj. Lo viví como un logro personal porque El Mecenas empezó a gestarse recién en noviembre del año pasado, no sabíamos si íbamos a llegar a la Cata con todos los preparativos. Fue un desafío muy grande”.
¿Cuáles fueron en tu opinión las repercursiones del evento?
“Las repercursiones fueron enormes. El año pasado cuando se proyectó la Cata, al ser la primera experiencia, no teníamos con qué compararla. No teníamos idea de lo que podía pasar. Cómo lo iba a vivir la gente. Para este año esperábamos una repercursión acorde, pero no nos esperábamos lo que fue al final, porque salió en todos lados: canales argentinos, en televisión y prensa nacional, radio. Nos dejó con muchas ganas de organizar la tercera Cata, con ganas también de seguir profesionalizando la experiencia y corrigiendo errores que se dieron durante la marcha. Como todo: hubo cosas que salieron excelente y otras que no tanto. Para la tercera (que seguro habrá) vamos a estar preparados y a innovar todavía más. Es un evento con muchas sorpresas y a la gente le gusta, la repercursión que tuvo nos dejó a todos muy contentos”.
¿Querés contarnos alguna curiosidad más acerca del evento?
“Sí, una cosa que no compartí, para ilustrar claramente la trascendencia que tuvo la Cata en Paysandú. El Chajá, una empresa referente en Paysandú, con su producto que es el postre más famoso del departamento, tuvo la idea de hacer un chajá de tomate. Una edición especial y limitada que habla claro de la importancia que se le dio a la Cata. Cambiaron totalmente la receta arriesgándose a opiniones negativas de la gente para sostener la Cata con algo novedoso en línea con el evento”.
Queremos agradecerle a Alfredo (extendemos el agradecimiento a todo se equipo) por haber accedido a contarnos más sobre esta curiosa fiesta. El pomodoro, gran protagonista de la cocina italiana, es furor en todas partes. A nuestro país llegaron más de treinta variedades provenientes de todo el mundo: Estados Unidos, México, Brasil, Perú, entre otros. Che spettacolo!
Muy interesante 🙌