Se estrena “Bosco”, de Alicia Cano. Una película única, entrañable, sobre el tiempo, la naturaleza, la belleza, la nostalgia, la luz. Una película como un regalo, una experiencia sensible que nos lleva a reconocer nuestras propias raíces italianas.
Viaje de las raíces
A veces indagar en la propia familia, en un pasado y un lugar evocado, descubrirlo, explorarlo y resignificarlo, puede ser una experiencia radicalmente transformadora. Esta película lo expresa con cariño, emoción y un vuelo audiovisual sobresalientes.
La directora Alicia Cano nació en Salto y tiene una licenciatura en estudios de comunicación de la Universidad de la República (Montevideo, Uruguay). Y además, una maestría en audiovisuales de la Università Cattolica Sacro Cuore (Milán, Italia). En Milán descubrió su pasión por el cine documental. Su primer largometraje El Bella Vista (2012) compitió en Karlovy Vary y San Sebastián, entre más de 40 festivales de cine de todo el mundo. Y fue premiado en varias ocasiones. Por , Su segunda película Locura al aire (codirectora, 2018) participó en muchos festivales de cine de derechos humanos. Ha escrito y dirigido para televisión en Italia y Uruguay. También ha dirigido The Thread para el proyecto Why Poverty, entre otros cortometrajes. Su trabajo revela la relación que mantiene con el mundo. Sus temas son las personas, los lugares y las emociones que surgen de esta conversación. Una vuelta a los orígenes italianos.
Un “paese” lejano
Bosco es un pueblo italiano de trece habitantes, sumido entre unos castaños que lo devoran día a día. El origen de bosque se impone también como destino. Es así, que, a un océano de distancia, en Uruguay, desde su silla giratoria Orlando, con ciento tres años, nos invita a un viaje que deviene fábula. Entre Bosco y Salto, entre la imaginación y la memoria, se construye un diálogo que abre paisajes que existen más allá del tiempo y de la realidad. Filmada a lo largo de trece años, Bosco indaga sobre lo que queda cuando todo parece destinado a desaparecer.
Un intercambio y el número trece
Orlando, el abuelo de la directora, sueña desde Uruguay su pueblito en Italia, el Bosco. Este además, tiene más de cien años y parece que intercambia con ella hace mucho sobre esas imágenes que le recuerdan al Bosco. Le dice que cuatro o cinco días bastarán para filmarlo todo, porque quedan muy pocos en el pueblo, solo trece… son trece habitantes y ella filma trece años. El encanto del pueblo y su gente atempera un proceso complejo que entraña la memoria y los lazos que se crean en la vida. Largas vidas con tiempos alucinantes. El paisaje es fantástico: se compone de pequeños objetos, rostros y detalles mirados con ternura y una sensibilidad muy sabia, como la gente de Bosco.
Un “paese” cercano
Entre Bosco y Salto, entre la imaginación y la memoria de la inmigración, se construye un diálogo que abre paisajes que existen más allá del tiempo y de la realidad. De esta forma, el pueblecito italiano ha sido descrito como un lugar en el que “hay más lápidas que personas, casas habitadas por animales, comida, recuerdos. Un pueblo casi inerte tomado por el bosque encantado”. Y por otra parte, se ha señalado que la película encuentra una belleza inusitada en la simpleza aparente y al mismo tiempo, con humildad y amor, se detiene a mirar algo invisible: el tiempo que pasa, el sentido de la vida y lo que desaparece. La película toda es un regalo que anima profundamente y estremece. Filmada a lo largo de trece años, Bosco indaga sobre lo que queda cuando todo parece destinado a desaparecer.
Funciones y ficha técnica
Título original: Bosco. Año: 2020. Duración: 82 min. País: Uruguay. Dirección: Alicia Cano Menoni y también guion. Música: Giorgio Ferrero, Rodolfo Mongitore. Fotografía: Andrés Boero Madrid. Reparto Documental, intervenciones de: Orlando Menoni, Ruba Soto, Rita Volpi, Gemma Tognarelli, Giulietto Menoni, Andreina Menoni. Productora: Mutante Cine. Género: Documental.