Se acercan fechas muy especiales para todos: ¡las fiestas! En esta nota no podíamos dejar pasar la oportunidad de contarte cómo las pasamos en nuestro país. En esta ocasión, te compartimos qué podrías esperarte de un festejo de Navidad en Uruguay. Esta festividad cristiana es ampliamente festejada en el mundo. Incluso para los más escépticos, se volvió un día especial para compartir con la familia y los seres queridos. Si querías conocer qué se hace el 25 de diciembre en Uruguay, en este artículo te develaremos el misterio. Seguramente encontrarás algunas particularidades curiosas que no se replican en otros lados del mundo. ¡No te pierdas la oportunidad de conocer nuestras tradiciones!
Tradiciones de una Navidad sin nieve
Lejos de lo que muestran las películas, en Uruguay, como en todos los países del hemisferio sur, la Navidad tiene una particularidad que para muchos es inimaginable: ¡es en verano! Claramente es algo fácil de intuir con conocimientos básicos de geografía, pero, aun así, para algunos puede representar un verdadero shock cultural. Aunque prácticamente las fiestas inauguran la temporada más cálida del año, a esa altura de diciembre se alcanzan con normalidad temperaturas que rondan los treinta grados. Para aquellos que ya se cansaron del frío, la ropa pesada y los muñecos de nieve con zanahorias, una Navidad en la playa puede ser un plan excepcional y alternativo. No se trata de una verdadera tradición, pero sin dudas es una característica de las fiestas en nuestro país.
Asado protagonista
El asado, plato típico en nuestro país, es un infaltable en Navidad. Protagonista de los mejores momentos uruguayos, una de las tradiciones es que nuestros compatriotas se reúnan alrededor del fuego para prepararlo, acompañados de buena música, tragos, picaditas y la buena compañía de amigos o familiares. Para muchas personas ajenas a nuestro país, puede ser curiosa la cantidad de carne roja que consumimos. De hecho, alrededor del mundo se prefiere consumir pescado, pero nosotros no podemos resignarnos al consumo de nuestra mayor delicia. Tampoco puede faltar el tradicional aplauso al asador, como reconocimiento de su labor. No es fácil aguantar el calor del fuego en pleno verano, pero por algo somos uno de los consumidores más asiduos de asado en el mundo, ¿no?
Guerras de agua
Otra de nuestras tradiciones en Navidad, aunque ligeramente menos popular, es la guerra de agua. Conectándonos con el punto número uno, el calor abrasador de diciembre y la lejanía o la imposibilidad de trasladarse a la playa o disponer de una piscina hace imperioso recurrir a alternativas. La guerra de agua es una idea divertida para refrescarse y divertirse en familia. Garantiza un buen rato de risas con un presupuesto muy bajo. Un poco de espacio en el jardín, mangueras y botellas y el juego puede comenzar. A los más pequeños les encanta. Se puede volver más creativo y dinámico estableciendo prendas o combinándolo con la escondida. ¡No tenemos nada que envidiarles a quienes hacen angelitos en las nieve!
¡Nos conocemos todos!
Dicen que Uruguay es un pañuelo, y, en definitiva, tienen un poco de razón. Con una población estancada en poco más de tres millones, Uruguay es un país demográficamente diminuto en América del Sur. Muchas veces, por esa misma razón, los uruguayos solemos afirmar que “acá nos conocemos todos”. Así parecería, al menos, en el momento de los saludos de Navidad. Una de las tradiciones es salir a la calle, admirar la pirotecnia con los vecinos y saludarlos con la sidra en la mano después de brindar. Este año, con las restricciones por la situación sanitaria que atraviesa el país, los saludos serán desde los muros. Un poco más lejos, pero con la calidez de siempre.
¡Feliz Navidad para todos!
